Foto de Ángel Muñoz

lunes, 16 de mayo de 2011

La Casa Azul, los corazones rojos



Lo advertí por la mañana: un rayo de luz me había echado el lazo y tiraba de mí con rumbo sur. 
Córdoba, blanca y azul, me mimetiza al instante. 
Geranio, hortensia, limonero. 
Reja, abanico, patio.
Luz. 
Azul. 
Luz. 
Blanco. 
Luz. 
La gente. 
La gente con luz de La Casa Azul. 
Lectura hermosa con Ángel Calle. Deseos de conversación. Conversación de deseos. 
Deseos. 
El fin de semana se borda en el agua. El flamenco sabe a salmorejo. Gente viva. 
Descubrimientos que huelen a siesta y son como caricias leves y en el alma. Ya nadie lleva reloj. 
Aprendo, aprendo por todos los sentidos y me entra la alegría de saber que hay otra manera, que habiendo gente así tiene que haberla. 
La libertad está en un cuenco de arroz con verduritas, está en sentarse al sol en los mosaicos de colores, contar lo que se es y no lo que se tiene, caminar con muy poquito peso, los pies descalzos, besar el dulzor de los guisantes frescos.


Vivir así, como si se pudiera.

1 comentario:

VANESSA dijo...

Me encanta cómo has descrito tus sensaciones por Córdoba!
Un saludo, besoss!