Foto de Ángel Muñoz

jueves, 10 de febrero de 2011

La lección de la cabra


"La cabra tira al monte". Me lo decía el padre de una amiga al que yo no le hacía especial gracia,
o quizás sí,
los  instintos son a veces perversos.
No le gustaba que su hija saliera conmigo cuando teníamos 15 años.
También le advertía a su rubia heredera, mirándome de reojo, "quien mucho corre, pronto para" y pontificaba "ésta sabe latín" cuando creía que yo no le escuchaba.
Mi amiga se diluyó en la vida como una infusión incolora.
Seguramente cada uno de mis pasos han sido cortes de manga para su padre.
La cabra tira al monte.
Aún no he parado.
Sigo aprendiendo.

5 comentarios:

Ana Pérez Cañamares dijo...

Beeeeeee!!!!!!!!!!!!!!!
(de cabra a cabra y nos reímos porque nos toca)

GASTROPITECUS GLOTÓN dijo...

Me gusta el monte, el bosque, las montañas en las que no hay carreteras, ni señales, si acaso caminos de cabra. Si los sigues, no te pierdes, ni te caes. A veces los sigo para bajar al río y está amaneciendo, apenas se ve pero me fío de esas sendas. Mis pies son más sabios que yo.

CuentosGlobales dijo...

Ahora que practico arqueología literaria recuperando los relatos que publicamos hace 13 o 14 años en "Cuentos Globales" me resultó agradable e interesante encontrarte en este monte.
Saludos desde Marbella!

Rafael Pavón Reina dijo...

Mejor en el monte que ahogado. Besos.

Anónimo dijo...

dime de qué presumes...