Foto de Ángel Muñoz

viernes, 21 de agosto de 2009

Epi hemere


Entre el desprendimiento y el aprendizaje
tengo en las manos el reflejo arqueológico de la memoria.
Sabiendo que merodea incansable,
que desorienta atravesando a veces la cuenca de los ojos,
quiero que los significados de las sombras
no me hablen de imposible inocencia
pero tampoco me emborronen de culpa.
Estuve tantas veces a punto de brotar
que nunca fui capaz de darme cuenta.

2 comentarios:

Dylan Forrester dijo...

Se dice que a más sombras la luz brilla mejor, como por estos versos.

Saludos...

Isabel Huete dijo...

Y es que brotamos y rebrotamos mil y una vez y sólo lo percibimos cuando ya está hecho, y no siempre.
Besos, corazona.